En la era digital, realizar pagos con el móvil se ha vuelto una práctica común y conveniente. Sin embargo, es crucial hacerlo de manera segura para proteger nuestra información financiera. Un sistema de pago seguro debe cumplir con la Directiva Europea de Servicios de Pago, la cual exige que el usuario verifique su identidad mediante al menos dos elementos de autenticación.
A continuación, se detallan algunas recomendaciones para asegurar que los pagos contactless, también conocidos como sin contacto sean más seguros:
1. La tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) ayuda a crear una barrera protectora contra posibles ataques de skimming, una técnica que consiste en robar la información de las tarjetas durante la transacción. Esto es fundamental para prevenir el acceso no autorizado a nuestros datos financieros.
2. Es recomendable establecer un límite máximo para los pagos sin contacto. De esta manera, se minimiza el riesgo en caso de que nuestro dispositivo móvil caiga en manos equivocadas.
3. Se sugiere evitar el uso de relojes inteligentes para realizar pagos. Algunos modelos pueden presentar vulnerabilidades que podrían comprometer la seguridad de nuestras transacciones.
4. Es fundamental que el teléfono móvil tenga configurado un sistema de bloqueo, ya sea mediante un código, un patrón, la huella dactilar o el reconocimiento facial. Esto asegura que solo el propietario legítimo del dispositivo pueda realizar pagos.
5. Para acceder a la cartera digital, es altamente aconsejable configurar un doble factor de autenticación. Esta capa adicional de seguridad añade una verificación extra que dificulta el acceso no autorizado.
6. Finalmente, es prudente desactivar la opción NFC (Near Field Communication) del dispositivo cuando no esté en uso. Esta medida previene posibles intentos de comunicación y transacciones no deseadas.
Con la llegada de la tecnología NFC (Near Field Communication) en los teléfonos móviles, las tarjetas con chips y las de banda magnética han quedado casi en desuso. Este método de pago permite realizar compras simplemente acercando el móvil al terminal de pago. Sin embargo, aunque es muy conveniente, no está exento de riesgos, ya que los ciberdelincuentes pueden aprovechar la tecnología NFC para acceder fraudulentamente a las cuentas bancarias de las personas.
Implementar estas prácticas no solo fortalece la seguridad de nuestros pagos móviles, sino que también nos proporciona una mayor tranquilidad al realizar transacciones digitales en nuestro día a día.
Las estafas más comunes relacionadas con los pagos contactless (sin contacto) incluyen varias técnicas que los ciberdelincuentes emplean para robar información financiera y dinero. Algunas de las más habituales son:
El skimming es una técnica en la que los delincuentes utilizan dispositivos pequeños y portátiles para interceptar y copiar la información de las tarjetas cuando se realiza una transacción. Aunque esta técnica es más común con tarjetas de banda magnética, también puede aplicarse a pagos contactless si el dispositivo de skimming se acerca lo suficiente al terminal de pago o al dispositivo móvil.
Los ataques de retransmisión (relay attacks) implican el uso de dos dispositivos que interceptan y retransmiten la señal entre la tarjeta contactless o el móvil y el terminal de pago. De esta manera, los delincuentes pueden realizar transacciones sin el conocimiento del titular legítimo, siempre y cuando estén físicamente cerca de la tarjeta o el móvil.
El phishing y el vishing (phishing por voz) son métodos en los que los estafadores engañan a las personas para que revelen sus datos de pago contactless. Pueden hacerse pasar por representantes bancarios o de comercios, solicitando información sensible bajo falsos pretextos.
El sniffing de NFC es una técnica en la que los delincuentes utilizan dispositivos especializados para interceptar la comunicación entre el móvil y el terminal de pago. Aunque esta técnica requiere proximidad física, puede ser utilizada para capturar información de pago si el NFC no está adecuadamente protegido.
El malware es otro método común utilizado para comprometer dispositivos móviles. Los ciberdelincuentes pueden instalar software malicioso en los teléfonos a través de aplicaciones falsas o archivos adjuntos en correos electrónicos, lo que les permite acceder a la información de pago almacenada en el dispositivo y realizar transacciones sin autorización.
La clonación de tarjetas contactless implica la duplicación de la tarjeta original utilizando la información interceptada durante una transacción legítima. Los delincuentes crean una copia de la tarjeta que puede ser utilizada para realizar pagos sin el conocimiento del titular.
Como podemos observar, durante los último años, las estafas relacionadas con los pagos contactless han aumentado con la popularización de esta tecnología, y los delincuentes emplean técnicas como el skimming, ataques de retransmisión (relay attacks), phishing, sniffing de NFC, software malicioso y clonación de tarjetas para acceder a la información financiera y realizar transacciones fraudulentas.
Para protegerse de estos riesgos, es fundamental adoptar medidas de seguridad como el uso de autenticación de dos factores, mantener el software del dispositivo siempre actualizado, desactivar la opción NFC cuando no esté en uso, ser cauteloso con las aplicaciones y enlaces de correos electrónicos, y revisar regularmente los estados de cuenta bancarios para detectar cualquier actividad sospechosa. Implementar estas prácticas de seguridad puede ayudar a minimizar el riesgo de ser víctima de estafas con pagos sin contacto.
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