La ciudad de Sevilla ha dado un paso firme hacia el futuro con la puesta en marcha de una lanzadera autónoma que conecta el Acuario de Sevilla con la emblemática Torre del Oro. Esta iniciativa forma parte de un ambicioso proyecto del Puerto de Sevilla, en colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), que busca integrar tecnologías innovadoras en la movilidad urbana y promover un modelo de ciudad más sostenible y digitalizada.
Este vehículo, 100% eléctrico y autónomo, representa una muestra tangible del avance hacia un sistema de transporte más eficiente, seguro y respetuoso con el medio ambiente. La lanzadera tiene capacidad para transportar hasta 12 pasajeros y cuenta con una autonomía de funcionamiento de hasta 11 horas, lo que permite cubrir trayectos urbanos sin necesidad de recarga frecuente.
Una de las características más destacadas de esta lanzadera es su nivel de autonomía, clasificado como nivel 4. Esto significa que el vehículo puede circular sin intervención humana en la mayoría de las situaciones, aunque, por seguridad y como parte del periodo de pruebas, contará con asistencia técnica a bordo. Este tipo de tecnología está basada en inteligencia artificial, sensores, cámaras y sistemas de navegación que le permiten detectar obstáculos, interpretar señales de tráfico y adaptar su conducción en tiempo real.
Además, la lanzadera incorpora tecnología V2X (Vehicle-to-Everything), que le permite comunicarse con su entorno: semáforos, señales, otros vehículos y elementos de infraestructura urbana. Esta capacidad es clave para una conducción autónoma segura, ya que permite anticiparse a situaciones de riesgo y optimizar la circulación.
Durante las pruebas, abiertas al público hasta el 30 de mayo, los usuarios pueden experimentar en primera persona cómo es viajar en un vehículo autónomo. Las salidas se realizan de lunes a viernes desde el monolito junto a la entrada del Acuario de Sevilla, recorriendo el frente fluvial hasta llegar a la Torre del Oro, uno de los símbolos históricos de la ciudad.
Este proyecto no solo representa un hito tecnológico, sino también un cambio en la forma de entender el transporte urbano. En el contexto del Distrito Urbano Portuario, Sevilla apuesta por transformar la zona del puerto en un espacio innovador, integrado en la ciudad, que favorezca la movilidad sostenible y el uso de energías limpias.
El objetivo es claro: reducir la dependencia del vehículo privado, minimizar las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en zonas urbanas. La introducción de vehículos autónomos eléctricos como esta lanzadera va en línea con las directrices europeas de movilidad inteligente y baja en carbono.
Entre los principales beneficios de este tipo de iniciativas se encuentran la mejora de la accesibilidad y la inclusión social. Los vehículos autónomos pueden ofrecer soluciones de transporte para personas con movilidad reducida, mayores o usuarios que no tienen acceso a transporte privado.
Además, al operar de forma automática, permiten reducir errores humanos, mejorar la seguridad vial y optimizar los tiempos de recorrido, al adaptarse a las condiciones del tráfico en tiempo real.
En términos económicos, también suponen una oportunidad para el desarrollo de nuevos sectores tecnológicos y la creación de empleo especializado en áreas como la inteligencia artificial, el análisis de datos, la programación y la ingeniería de movilidad.
La lanzadera ha sido protagonista durante el Congreso Europeo de Movilidad ITS 2025, celebrado en Sevilla del 19 al 21 de mayo. Este evento, de gran relevancia internacional, reunió a expertos, instituciones y empresas para debatir sobre el futuro del transporte inteligente en Europa. La demostración en vivo de la lanzadera sevillana fue uno de los grandes atractivos del congreso, situando a la ciudad como referente en el despliegue de soluciones urbanas innovadoras.
Este tipo de visibilidad refuerza la imagen de Sevilla como una ciudad comprometida con la transformación digital, abierta a la innovación y alineada con los objetivos de sostenibilidad de la Agenda 2030.
La puesta en marcha de esta lanzadera autónoma no es solo una prueba técnica, sino una declaración de intenciones. Representa un paso decisivo hacia un modelo de ciudad más eficiente, conectada e inclusiva, donde la tecnología está al servicio de la ciudadanía y el bienestar común.
Iniciativas como esta son fundamentales para preparar nuestras ciudades ante los desafíos del futuro: el cambio climático, el crecimiento urbano, la digitalización y la necesidad de infraestructuras sostenibles.
Sevilla demuestra, una vez más, que es posible combinar tradición, modernidad e innovación en un mismo entorno urbano. Con este proyecto, la ciudad no solo innova, sino que inspira.
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